El dropshipping es un modelo de negocio en el que un vendedor (dropshipper) ofrece productos en su tienda en línea sin necesidad de tener un inventario físico. En lugar de almacenar los productos, el dropshipper trabaja con un proveedor que es quien posee el stock y se encarga de la preparación y el envío de los pedidos directamente al cliente final. Este modelo permite a los emprendedores vender productos sin la necesidad de realizar grandes inversiones en inventario, almacenamiento o logística, reduciendo así los riesgos financieros y operativos.
Para entender mejor cómo funciona el dropshipping, veamos el siguiente ejemplo con tres personas: Gonzalo, Juan y Carolina:
Gonzalo es dueño de una pequeña empresa y ofrece el servicio de dropshipping. Él es quien tiene el stock de productos en su local.
Juan es el dropshipper, es decir, tiene un e-commerce donde publica los productos de Gonzalo en su sitio web. Sin embargo, Juan no tiene que preocuparse por el almacenamiento o el envío de los productos, ya que Gonzalo se encarga de eso.
Carolina es una cliente que quiere comprar un peluche para su perro. Ella encuentra uno en la página de Juan por $3 y decide comprarlo, lo que Carolina no sabe es que el peluche que está comprando no es de Juan, sino de Gonzalo, quien es el proveedor.
¿Qué sucede después?
Gonzalo, como proveedor, recibe la orden de compra de Carolina a través de Juan.
Gonzalo prepara el pedido y lo envía directamente a la casa de Carolina.
Carolina recibe su peluche en tiempo y forma, quedando satisfecha con la compra.
Mientras tanto, Juan, el dropshipper, recibe los $3 de la compra sin haber tenido que preocuparse por el almacenamiento, el empaque o el envío del producto.
Al final del mes, Juan le paga a Gonzalo el precio mayorista del peluche, que en este caso es de $2, ganando ambos en el proceso, Gonzalo por haber vendido un producto y Juan porque pudo ganar $1 sin inversión previa, sin haber invertido tiempo en el envío y sin haber tenido ese producto en su depósito.
Requisitos para acceder al servicio de dropshipping:
Ser empresa registrada:
Contar con un RUT (Registro Único Tributario) vigente, que acredite la formalidad de la empresa.
Estar dado de alta en la DGI como contribuyente:
Registrar la empresa ante la Dirección General Impositiva (DGI) y cumplir con las obligaciones fiscales correspondientes.
Tener una tienda web o sistema de venta online (recomendado):
Aunque no es excluyente, se sugiere contar con una plataforma digital (e-commerce, marketplace o red social comercial) para gestionar las ventas y comunicarse con los clientes.